El pleno del Senado aprobó con 87 votos a favor, 40 en contra y 0 abstenciones, la reforma que permitirá ampliar la presencia del Ejército en las calles hasta 2028.

Aunque Morena no contaba con los votos suficientes para lograr la mayoría calificada, durante el debate consiguió sumar adeptos, entre ellos legisladores del PRI como Jorge Carlos Ramírez Marín y el perredista Miguel Ángel Mancera.

El 21 de septiembre, aunque el dictamen había sido aprobado en comisiones, la reforma fue retirada del pleno a petición de Morena, para que pudieran negociarse cambios que alcanzaran consenso.

Tras algunos acuerdos, comisiones aprobaron un nuevo dictamen que incorpora algunas propuestas de la oposición. Por ejemplo, hacer que el gobierno federal deba entregar informes semestrales sobre el trabajo de soldados y marinos o formar una comisión bicameral que los vigile.

Otro de los puntos que logró plasmar la oposición fue el fondo para poder fortalecer a las policías locales en 2023, pues anteriormente el dictamen establecía que sería hasta el 2024.

Además, que los recursos de las entidades para sus policías locales serán uno a uno con relación de los destinados por la Federación.

Un cambio más de último momento fue un blindaje para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cierre las controversias y acciones de inconstitucionalidad pendientes y promovidas contra diversas reformas y decretos militares.

Pese a estas adiciones, algunos senadores se posicionaron en contra, es el caso de Claudia Ruiz Massieu; Migue Ángel Osorio Chong, toda la bancada del PAN y el grupo plural.

La minuta regresó a la Cámara de Diputados debido a que de último minuto se aceptó una modificación propuesta por el senador Ricardo Monreal.

Durante la discusión, que duró más de siete horas, hubo de todo, desde acusaciones por infidelidad en contra de la panista Lilly Téllez; hasta lágrimas por parte de Claudia Ruiz Massieu, quien recordando a su padre, Francisco Ruiz Massieu, justificó su voto en contra.

En el caso de la senadora del PAN Lilly Téllez, todo comenzó porque llamó a los senadores de Morena “corruptos”, “hienas” y que encubren al crimen organizado.

“¡Son una bola de corruptos! Me acuerdo cómo juraron y perjuraron que la Guardia Nacional iba a ser de carácter civil. Aquí, bola de corruptos, hablaron horas, se comprometieron, prometieron, defendieron, se rasgaron las vestiduras, gritando aquí que la Guardia Nacional iba a ser civil”, recordó.

Esto provocó que la senadora Lucía Trasviña la enfrentara en la tribuna.

Luego de ese altercado, la senadora Rocío Abreu Artiñano se lanzó contra Lilly Téllez, asegurando que le “robó el marido” de su amiga.

Más tarde, cuando parecía que todo iría en calma, la senadora Claudia Ruiz Massieu recordó que aprendió sobre política gracias a su padre. Luego de que la senadora priista dijo que aprendió a hacer política de la mano de su padre, el senador Félix Salgado Macedonio le recordó que quien mandó matar a su padre fue Carlos Salinas de Gortari, y que si quería que ese tipo de violencia continuara.

Ante ello, la senadora le pidió que no mencionara a su familia sin sustento.

Finalmente, Ruiz Massieu cerró su participación afirmando que el debate no es entorno a la seguridad, sino sobre cumplir un capricho.

“Este debate no es sobre la seguridad, sino sobre si queremos cumplir un capricho de prorrogar sin justificación una presencia militar que existe de aquí a 2024… Pero lo que no hemos visto es la intención del gobierno de fortalecer a los policías”.

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