Por segunda ocasión un grupo de manifestantes se congregó afuera del Centro de Reinserción Social (Cereso) de la Lima en Jaltocán. La protesta tuvo como propósito exigir justicia para el sacerdote Juan Enrique «N», quien enfrenta un proceso legal por presunto abuso sexual contra una menor de edad cuando estuvo en la parroquia de San Juan en Tlanchinol.
Inés Falcón Benítez aseguró que,están en desacuerdo con las acciones de las autoridades que no dan rapidez al proceso y afirmó que, detrás de esta calumnia están integrantes del clero en Tlanchinol.

Dijo que acusan al cura de acoso sexual pero que confían en que pronto saldrá la verdad a la luz, pero esperan que termine el proceso. Sin embargo, señaló que respaldan la integridad del sacerdote, recordando su destacado desempeño en comunidades como Tlanchinol, San Felipe de Oxtomal y Huejutla, donde, según ella, revitalizó la iglesia.

Instó a las autoridades a analizar el caso con honestidad y compromiso, prometiendo continuar apoyando al padre en su liberación. Afirmó que, junto con otros 70 manifestantes, seguirán protestando cada martes hasta que el sacerdote recupere su libertad, confiando en que se trata de una campaña de desprestigio liderada por sus colegas de la iglesia de Tlanchinol.

Por su parte, Tita Ramos Vite de Tlanchinol expresó que personas de diversos municipios respaldan al padre Juan Enrique, destacando su reputación como ser humano y profesional. Afirmó que continuarán sumando más manifestantes hasta que se aclare la situación. Mencionó el apoyo del clero, indicando que otros sacerdotes de la diócesis han pedido imparcialidad en el proceso.

Los manifestantes también denunciaron sentirse acosados por personas desconocidas que les toman fotos, pero aseguraron que mantendrán su postura firme hasta que el padre sea liberado, criticando la aparente impunidad de aquellos que siguen ejerciendo su ministerio en la parroquia de Tlanchinol con el respaldo de la jerarquía eclesiástica.

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