
Por fin después de más de 90 años la comunidad volverá a escuchar música tradicional en sus misas
En la capilla de San Juan Bautista ubicada en la comunidad de San Juan Tepemasalco en Zempoala Hidalgo se encuentra un pequeño órgano tubular con más de 150 años de antigüedad único en el país por sus características de construcción, tras décadas de estar en el abandono fue sometido a un extenso proceso de restauración y ahora vuelve a alegrar a la comunidad con la música tradicional.
La coordinadora de este proyecto Jimena Palacios Uribe quien estuvo al frente del seminario taller de conservación de restauración de instrumentos musicales por parte de la escuela nacional de conservación, restauración y museografía informó que este instrumento musical es una parte importante de la historia de la capilla ya que está formado por partes de otros órganos del siglo XVIII cuya última modificación se realizó en el último tercio del siglo XIX, es tipo realejo positivo con 45 notas, lo cual lo hace único en México debido a que la parte tubular es independiente a las bolsas de aire unidas solamente por un conducto.
El órgano tubular representa la modernización del siglo XIX y la preocupación de la gente por tener música en las iglesias, la idea de restaurarlo surge a raíz de la recuperación de un cuadro de Adán y Eva que había sido robado a principios del año 2000 de esta capilla y tras ser recuperado se restauró la iglesia, una vez realizadas estas mejoras se propuso trabajar en el órgano, el proceso fue complicado debido al estado del instrumento musical que estuvo cerca de 80 años en desuso, sin embargo el quipo de restauradores se propuso poner a funcionar este objeto histórico.
este órgano esta hecho de madera en tono rojizo adornado con los elementos característicos del barroco, rostros de angelitos incrustados en color dorado, una corona de madera a la que le falta un trozo pues fue cortada debido a limitaciones del espacio, los filamentos de oro resaltan mezclados con elementos del neo clásico, cuenta con 2 fuelles o bolsas de aire, palancas de madera, tubos por donde corre el aire para producir el sonido, teclas de hueso, piel, paño, lana, algodón, que recubren el secreto o la caja de sonido y barniz orgánico para proteger la madera.
la responsable del proyecto señala que fue un verdadero reto porque se recuperaron las partes originales para estabilizarlas y reformar las piezas faltantes con base a la naturaleza del instrumento, por ejemplo para sustituir las teclas faltantes se utilizó ébano mexicano y hueso de res el cual tuvo que ser cocido limpiado, cortado y lijado para lograr el espesor adecuado, los tubos faltantes se realizaron en lamina con alto contenido de plomo y poco estaño tal como los originales, la pieza luce como en sus años de esplendor, las diferencias son mínimas, por ejemplo cada tubo de sonido tiene pintado en la parte inferior la expresión de una cara que simboliza la gravedad o agudeza de la nota.
este instrumento es considerado una joya de la ingeniería musical por que da cuenta de la tecnología de la época, de la ciudad a la que pertenece, los materiales y el ingenio del constructor para poder resolver las limitantes de espacio además de la estética, ya que es un trabajo especializado, la tradición de los órganos en México fue muy importante durante años, desafortunadamente a principios del siglo 20 aproximadamente en 1940 terminó de forma intempestiva la tradición organera por lo que varios ejemplares quedaron en el abandono.
Los documentos existentes avalan que la última modificación de este órgano se hizo en 1879 patrocinada por un acaudalado del pueblo llamado Cleofo Sousa que apoyó la compra de objetos para la iglesia, no se conoce el nombre del constructor debido a que la tapa original donde estaban estos datos fue robada, pero se estima que pudo ser hecho por alguien poco experimentado que innovo para construirlo, este órgano es único y uno de los más pequeños del estado hasta ahora encontrado, mide 90 cm de ancho por 1 metro 50 de alto.
El valor cultural e histórico de este ejemplar es muy alto ya que es 100% mexicano, único en cuanto a tecnología de órganos, sonoridad y materiales, de acuerdo a la coordinadora de la restauración en Hidalgo solo se han restaurado 2 órganos el primero en el año 2000 que se encuentra en la iglesia del Mapethé en el valle del mezquital pero hasta ahora se desconoce si sea utilizado por la comunidad y recientemente el de la capilla de San Juan Bautista.
La restauración del pequeño órgano tomó 4 años y una extensa investigación, por fin después de más de 90 años la comunidad volverá a escuchar música tradicional en sus misas, hoy este instrumento se encuentra en perfecto estado pero debe conservarse y usarse mesuradamente para preservarlo durante muchos años más, además de recuperar esta joya musical gracias al trabajo realizado se logró hacer el modelo del órgano en tercera dimensión lo cual será un parte aguas para poder restaurar más ejemplares en el país, además existe un plan para capacitar a la gente joven en la operación de este instrumento y reactivar la tradición de la música producida con viento parte fundamental del patrimonio musical mexicano.