El gobierno de México deportó a 98 migrantes centroamericanos, luego de que aproximadamente un grupo de 500 personas intentaran cruzar de manera violenta e ilegal a Estados Unidos por el puente fronterizo de el Chaparral en Tijuana, lo que provocó disturbios con autoridades de ese país, ya que tras burlar un cerco policial los migrantes trataron de trepar el muro fronterizo por varios puntos sin embargo la Guardia Nacional los repelió con gases lacrimógenos y balas de goma.

El comisionado del Instituto Nacional de Migración, Gerardo García Benavente, informó que fueron aseguradas 98 personas y que ya se encuentran en camino al centro de México para ser trasladados a la frontera sur para que regresen a sus países, asimismo declaró que se reforzará la frontera de México con elementos de la Policía Federal para evitar que se vuelvan a suscitar hechos violentos.

Gerardo García pidió a los migrantes centroamericanos no intentar cruzar a Estados Unidos de manera ilegal y evitar ejercer algún tipo de violencia desde suelo mexicano a elementos de la patrulla fronteriza, ya que se tienen instrucciones de la Secretaria de Gobernación de detener y deportar a quienes realicen disturbios o alteren el orden.

De acuerdo con las estadísticas del instituto de migración 8 mil 247 personas conforman la caravana migrante, de los cuales 7 mil 417 se encuentran distribuidos en los municipios de Mexicali y Tijuana, en Baja California; De los 830 centroamericanos adicionales, 424 se están en el albergue de Tláhuac, en la Cuidad de México, 253 continúan su camino rumbo a la frontera por Sinaloa hacia Sonora; 153 se trasladan por sus propios medios a la frontera norte de México. Cerca de 2 mil migrantes centroamericanos han obtenido apoyo del Instituto Nacional de Migración para su retorno voluntario asistido hacia su país de origen.

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