Dicen que la mañana del domingo llegó una tarjeta a la secretaría de gobierno que advertía de la tensión que se registraba en la comunidad de Dios Padre, donde después de la faena habría una marcha de los ejidatarios para exigir la salida de los «invasores» y que a su vez los pequeños comuneros ya estaban armados para recibirlos, no se dio ninguna instrucción, es más nadie está seguro que haya sido leída, aunque sí entregada a Simón Vargas, el resultado pasado el mediodía, un muerto, dos lesionados, autos incendiados y tensión en la zona.

Horas después, pasadas las 18:00 horas el secretario de gobierno se enfiló rumbo al Valle del Mezquital con el secretario de seguridad Mauricio Delmar y el procurador Javier Ramiro Lara Salinas  a bordo, para sostener un encuentro con los involucrados en un conflicto que lleva décadas, que es cierto no es de este gobierno, tampoco del anterior ni del anterior, pero que requería de atención urgente, inmediata cuanto se advirtió de la tensión y no después del trágico saldo.

Dicho de otra manera el responsable de la política interna puede argumentar que el conflicto es del terreno federal, de instancias agrarias y que ha faltado disposición  para resolverlo, lo que él quiera y tal vez tenga razón, para lo que no tiene argumentos es para su displicencia y hasta negligencia con la que  actuó la dependencia a su cargo y él mismo para evitar que se registrara una muerte, de cualquier de las partes que haya sido.

 ? Donde estaba la inteligencia? El trabajo y presupuesto que se paga y se dispone todos los días para un aparato que informe de los movimientos de actores políticos, sociales y dirigentes en conflictos importantes como el de Dios Padre, donde quedo? hayan sido funcionarios o estructuras puestas por él o no, la obligación era atender y ocuparse de los problemas antes, no horas después.

Despedir a Alejandro Ramírez Furiati, es la salida más fácil y absurda que le ha encontrado el responsable de la política interna a la incapacidad que tuvo para enfrentar un conflicto que dejó un muerto, lesionados y una comunidad divida y en tensión.

Simón Vargas puede presumir de haber sido el asesor de Elba Esther Gordillo Morales – y sí la dirigente moral del SNTE está en la cárcel, no debe haber mucho de que enorgullecerse- de haber sobrevivido a dos pancreatitis, se celebra la vida, pero de las entrañas de la política interna y sus grupos ha demostrado que de nada le sirve ser un dinosaurio como le llaman en el rotativo eje central donde alguna vez, aportaba información en tarjetas.

El secretario lleva dos asuntos graves y ninguno ha sabido resolver, sus abruptos son más conocidos que su trabajo para lograr concretar acuerdos y también dicen en su oficina, su gusto por tener personal femenino accesible.

De mi tintero… flaco favor le hacen a la Secretaría de la Contraloría Citlali Jaramillo  los integrantes del Colegio de Contadores Públicos, Armando Roldán quien presume de haber conseguido las auditorias de  FOFAE, Universidad Metropolitana y la Secretaría de Educación, esta última retirada a Tomás Ferrera, porque son amigos de la funcionaria…Lo mismo ocurre con Mirna Moncada Mahuen quien  tiene tres auditorías y dice todo por ser amiga de Citlali Jaramillo, entonces donde está el freno al tráfico de influencias, claro si todo resulta ser cierto.

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