A unos días de que se decida si habrá  elecciones en el mes de julio para renovar los 84 ayuntamientos en Hidalgo, el PRI ha definido sus planillas con perfiles algunos para ganar y otros simplemente para competir, lo que desató  una guerra sucia en algunos municipios que raya en la persecución y el acoso en contra de quienes serán los encargados de dar la batalla contra el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), convertido en la primera fuerza política del estado.

Desde abril la dirigencia priista y los integrantes de la llamada mesa política del estado ya tenían delineados quienes serían las candidatas, candidatos, regidores y síndicos que podrían ser inscritos ante el Instituto Estatal Electoral (IEEH) y lo habían hecho bajo tres principios: evitar la imposición, la improvisación y con los resultados de encuestas, fórmula que aparentemente arrojó lo que necesitan para ganar poco más de la tercera parte de los municipios y recuperar algunos de los llamados importantes.

Así que cuando se paró el reloj electoral por la pandemia del Covid-19, el PRI había decidido que en Tulancingo iría el ex diputado federal Jorge Márquez; en Tula Noe Paredes, hijo del empresario y también ex diputado federal del mismo nombre; en Actopan por ejemplo apostaría  por Erika Ramírez, hija del político ya fallecido Leonardo Ramírez Álvarez; Tepeji del Río Salvador Jiménez; en Pachuca  la apuesta se inclinó hacia Benjamín Rico, actual Secretario del Medio Ambiente y había municipios donde se tenían dudas, como en Mineral de la Reforma, donde aún tienen la esperanza de registrar al único hombre que sería capaz de ganar el municipio con cualquier partido político: Israel Félix Soto.

Pero las decisiones que han mantenido bajo llave la jefatura política y la cúpula priista han desatado un escenario poco conveniente para el tricolor:  la guerra interna que llegó incluso al grado de tener un marcaje personal en las mujeres y hombres en quienes han caído las decisiones.

Los enviados a seguir los pasos de los que podrían ser los candidatos priistas tienen la encomienda de sacar fotografías, enviar tarjetas, difundirlas incluso entre grupos de información para que sean publicadas por algunos y tratar de generar puntos negativos, además de incidir con sus “informes” con los llamados enlaces.

Pero no es lo único, también buscan en los anales de las últimas décadas todo aquello que pudiera dañar la imagen o sirva para orquestar la campaña, de ese tamaño está el llamado fuego amigo priista.

De mi tintero… debe de ser muy importante el caso que desahoga la Secretaría de la Contraloría y la Defensoría Pública de la Dirección Jurídica  del gobierno estatal pues ambas dependencias hoy son responsables de más de 20 casos sospechosos de Covid-19, al  citar a una audiencia en plena contingencia y llevar a la abogada de control Laura B.C. que es positivo a la enfermedad.

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