Iglesia de Santiago Apostol, ubicada en la colonia Iturbe municipio de Tula
Graves daños ocasionaron personas desconocidas durante un robo registrado en la iglesia de Santiago Apostol, ubicada en la colonia Iturbe municipio de Tula de Allende.
Pablo Mendoza Hernández delegado de la comunidad explicó en entrevista que durante la madrugada ingresaron al templo los maleantes, detalló que primero rompieron un vidrio por el cual se metieron, una vez adentro rompieron las chapas de los cajones de la sacristía en donde se guardan los artículos religiosos que se utilizan durante las homilías.
“En este cajón estaban el cáliz y algunas otras s cosas para la celebración de la misa”.
Posteriormente abrieron el Sagrario dejando regado en el piso las hostias, “el Sagrario es el lugar mas impórtate de los templos, es en donde se guardan las hostias consagradas”
Dicho sagrario quedó gravemente dañado. Así mismo se llevaron las limosna de y sustrajeron dos bocinas que son utilizadas para la celebración eucarística, “eran las bocinas que estaban colgadas en la pared”.
Para bajar el equipo de sonido, los maleantes colocaron dos bancas para apoyarse, las cuales también fueron rotas por el peso de las personas.
Los maleantes se salieron por la entrada principal rompiendo parte de la puerta de madera y el cerrojo.
El entrevistado recalcó que no se dio parte al ministerio publico ya que aseguro no le tienen confianza, “para que denunciamos si nunca hacen nada”.
Explicó que en la comunidad han sido robadas las oficinas de la delegación, “ahí se llevaron todo, computadoras, escritorios, mesas todo”, posteriormente un hombre entró a robar al centro de salud de la localidad, los pobladores a darse cuenta que estaban robando, se reunieron y detuvieron al presunto ladrón, el cual fue presentado ante el ministerio publico pero horas más tarde fue dejado en libertad, “lo dejaron libre porque no logró llevarse nada, por eso para que denunciamos”.
Mendoza Hernández indicó que los propios pobladores realizarán rondines de vigilancia en la zona con la finalidad de evitar que se sigan cometiendo los hurtos, “ya ni a la iglesia perdonan, los robos están imparables”.
