Oriundo de Tianguistengo, Hidalgo, pero avecindado en Pachuca desde los 11 años de edad, Rubicel Hernández es un atleta invidente que a partir de este fin de semana buscará un lugar en la representación mexicana que acudirá a los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.

Sus logros aún no trascienden fronteras, hace tres años fue campeón nacional en los 800 metros planos, pero su espíritu de superación ya ha superado el tiempo y la adversidad que para toda persona implica perder un órgano o un sentido del que en su momento se disfrutó.

De sus primeros años de vida, cuando contaba con el sentido de la vista, Rubicel lo que más recuerda son los bellos parajes de Tianguistengo, municipio enclavado en la Sierra Alta Hidalguense y a cuya entrada de la cabecera municipal se apuesta un arco histórico, que representa el valor de los habitantes de esa región para defenderse del intruso y de la injusticia.

De ese valor es heredero el atleta de 32 años de edad, quien al paso del tiempo ya se asume como pachuqueño y prefiere pensar en el futuro, en lo que trabaja para su pequeña hija que ahora sólo tiene tres años de edad, en su vida laboral y de pareja. A través de unos ojos diferentes, prefiere ver con optimismo hacia el futuro.

Del pasado sólo un breve recuerdo, en el año 2000 sufrió un accidente que lo privó de la vista, sin embargo cuatro meses después pudo recuperarla gracias a unos lentes de contacto, sin embargo los cuidados debían ser extremos, no los tuvo, no pudo dejar sus actividades y ahora es ciego total, con afectación al nervio óptico.

Desde hace seis años Rubicel practica el atletismo y reconoce que es el deporte lo que le ha permitido una mejor estado físico y psicológico “me encanta correr, en esto tengo muchos planes y muchas ganas, el deporte del atletismo para mí ha sido lo máximo”.

Como en la pista, el atleta, quien labora en la fábrica de cerámica Ánfora, corre hacia adelante, usa los sentidos con que cuenta para escuchar el aliento de los suyos, para sentir la entrega del esfuerzo, para distinguir el olor de la melancolía y hacerlo a un lado, para saborear la inigualable emoción del triunfo.

El reto que tiene en puerta es la eliminatoria paralímpica, hasta ahora el más importante de su carrera deportiva, luego de que se quedara en el camino para los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara 2011.

Este fin de semana se concentra en el Comité Paralímpico Mexicano en la capital del país y la siguiente semana serán las pruebas, Rubicel Hernández participa en los 800 y 1 mil 500 metros planos, en las que buscarán su boleto una decena de atletas de diversas regiones del país.

“Por ahora me siento muy tranquilo, se que el momento de la competencia es único, es especial y cualquier cosa puede pasar, pero me he preparado para el triunfo, hemos entrenado duro y tupido, y eso me hace sentir así, tranquilo” remata el entusiasta atleta.

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