— Su teoría “amorosa” es una falacia
— Irresponsable alentar la violencia y atizar la inconformidad sin sustento
El ambiente de tensión y zozobra que vive la sociedad de México respecto al resultado de las próximas elecciones, es originado por Andrés Manuel López Obrador, quien ha venido preparando con tiempo grupos y movilizaciones ante un escenario de derrota, porque lo suyo es la búsqueda del poder por el poder mismo, no la democracia.
Así lo expresó Francisco Rojas, coordinador de los diputados federales del PRI, quien señaló que las amenazas han sido claras, ya que AMLO ha manifestado que si el resultado le fuera adverso, será consecuencia de las maniobras de sus enemigos y producto del “masoquismo colectivo” del pueblo mexicano, lo que demuestra que la careta de pacifista, demócrata y amoroso es una mentira.
Su teoría “amorosa” es una falacia, dijo el líder cameral, pues ya sembró entre sus seguidores la idea de que su eventual derrota sería por la vía de un fraude. Se dice pacifista, pero sus seguidores expresan que “si hay imposición habrá revolución”.
Lo cierto, aseveró, es que ni las afirmaciones de José Woldemberg o Cuauhtémoc Cárdenas, de que no hay forma de que se realice un fraude electoral, bastan para disuadirlo de la obsesión de que todos conspiran contra él.
También señala a los poderes fácticos, los medios de comunicación, la mafia del poder, “los de arriba”, decididos a impedir que México tenga en la Presidencia un verdadero líder, honesto, valiente, pero sus seguidores traen una manta con la leyenda “Aburto ¿dónde estás?”, que es una clara incitación a la violencia.
Francisco Rojas calificó de irresponsable alentar la violencia y atizar la inconformidad sin sustento, previamente a que se den los hechos. No se vale falsear los hechos y gritar “al ladrón” antes de que sucedan las cosas.
“Como se puede creer en una persona que unas veces dice que respetará el resultado de las elecciones, pero en otras, ataca a los consejeros del IFE y siembra la duda respecto a las instituciones, a las que alguna vez ya mandó al diablo”, señaló.
Participar de una democracia — dijo — implica aportar a ella con acciones que se traduzcan en credibilidad. Una tendencia autoritaria no se esconde tras una endeble careta de pacifista, demócrata y amorosa.
Al concluir, el coordinador del Grupo parlamentario priista en San Lázaro, sostuvo que hoy a diferencia del 2006, López Obrador y su movimiento han demostrado que ya cuentan con la planeación necesaria para impulsar conflictos preelectorales y postelectorales.
