Activistas del estado ponen en marcha el proyecto  “Punto Naranja en Pachuca”, por medio del cual se suman a empresas que han señalado su intención de abrir sus puertas al resguardo de mujeres en situación de  todo tipo de riesgo en la entidad donde a decir de Ana Lara, siguen a la alza las agresiones contra las integrantes de este sector de la población.
Manifestó que la ola de violencia en el país hacia las mujeres mantiene en alerta a las organizaciones civiles y en el caso de la entidad se trabaja con Punto Naranja en Pachuca”, que busca adherir a empresa y negocios que han manifestado su intención de ayudar a las mujeres ante algún caso de violencia ya sea en las calles o en sus domicilios ya que se trata de darles resguardo en lo que las autoridades intervienen.
Al respecto la activista aseguró: “No se trata solamente de decir aquí se puede resguardar alguien,  hay que tener protocolos y que de verdad sean lugares seguros para las mujeres”. Destacó que por ello ha acudido a las tiendas y empresas a brindar capacitación y uno de los primeros puntos que se les deja en claro es que no debe de darse el acompañamiento hasta sus hogares a las mujeres que acuden por ayuda en caso de que consideren que son perseguidas o pueden sufrir algún tipo de agresión no solo por parte de sus parejas sino hasta desconocidos.
Añadió que las afectadas tienen que salir de estos sitios con algún familiar, ya que puede ser riesgoso tanto para quien brinda la ayuda como para quien la solicita, primero que nada dijo,  ante una situación de esta naturaleza se debe de llamar al número de emergencia y algún familiar de la víctima.
De igual manera refirió que además de la capacitación que se les brinda a estos sitios se les puede identificar con una calcomanía de punto naranja en la puerta, esto es un signo de que son lugares seguros, “se trata de que haya una prevención y no esperar a que se tengan casos donde las mujeres  busquen ayuda”.
Dijo también  que no se trata de casos donde haya violencia intrafamiliar sino de hechos que surgen en la calle ante un intento de secuestro y desapariciones como los ocurridos en la Ciudad de México.
En la entidad, de acuerdo a datos de la Procuraduría de Justicia en el 2018, se tuvieron 130 mujeres desaparecidas de las cuales sólo 83  fueron encontradas, del 2011 a la fecha son 960 de las que aún no se sabe de su paradero.

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