No fue sólo el control que mostraron en la mayor parte de la final contra Estados Unidos, lo que le da a la Selección Mexicana Sub 20 merecidamente el campeonato de Concacaf para acudir en esa calidad al Mundial de Turquía, sino todo el trayecto de superioridad en la zona para conseguir el boleto y la copa.
Al equipo dirigido por Sergio Almaguer tardaron 370 minutos en poder anotarle un gol y fue el único con que cargó en contra, luego de haber marcado 12 hasta la etapa semifinal en que le ganó a El Salvador y terminar con marca de 15 a favor con el 3 – 1 que le impuso a Estados Unidos en la gran final.
Ganar el campeonato cuando ya se tenía asegurado el boleto al Mundial no resulta ocioso, por el contrario era necesario para refrendar que el futbol mexicano es superior en la zona y que los seleccionados sientan el compromiso de dejarlo claro en la justa mundialista.
En el ánimo de ganar, el conjunto mexicano se fue al frente desde el inicio, de la final, sobre todo luego de que los estadounidenses estuvieron cerca de sorprenderlos y respondieron con jugada individual de Corona para colocar el 1 – 0 al minuto tres de acciones.
Poco duró el gusto porque al minuto 10, cuando habían transcurrido 370 minutos de la eliminatoria que se desarrolló en Puebla, el cuadro de Estados Unidos logró anotarle al Tricolor, a través de su capitán Benjamín Joya, quien firmó lo que sería el marcador del tiempo reglamentario.
En esas condiciones y luego de salvadas de los arqueros y que luciera la figura del mexicano Richard Sánchez, tuvieron que irse a la prolongación del encuentro, en la que nuevamente el jugador de los Tuzos del Pachuca, Julio Gómez, se vistió de héroe a los ocho minutos del tiempo extra y anotó de chilena el gol que le daba a México el título de la zona.
Pero la anotación no conformó al conjunto azteca, que insistió para hacer más cómo el marcador y lo consiguieron por la vía del tiro penal, que cobró de buena forma Jorge Espericueta, para que estallaran las más de 40 mil gargantas en el Estadio Cuauhtémoc para festejar el campeonato y por supuesto que se haya conseguido ante el acérrimo rival, Estados Unidos.