• Pachuqueños se congratulan de que se retomen tradiciones de antaño, que fortalecen la sana convivencia y los lazos familiares

La carpa del Circo Atayde se instaló en la explanada de la Plaza Juárez; el objetivo, llevar a cabo un espectáculo para festejar a la infancia pachuqueña, dentro de las actividades que realizan el gobierno del estado y el Sistema DIFH, para conmemorar el Día del Niño.

Tuvieron que pasar más de 40 años para que este sitio de la capital volviera a convertirse en el punto de encuentro de cientos de familias, que en el pasado asistían a disfrutar el espectáculo circense que aquí se instalaba.

Don José Cruz Ordoñez Ávila, quien desde  su negocio de reparación de calzado y balones, hoy Futbolandia, sobre Belisario Domínguez, ha visto cambiar la plaza erigida en honor del Benemérito de las Américas.

“Este lugar era un solar, era la estación del Ferrocarril Central, estaba la escuela del Politécnico, y antes de que construyera Palacio, se ocupaba para los circos.”, así lo recuerda don Pepe.

Aquí a un lado, comenta no sin dejo de nostalgia José Cruz, estaba la escuela del politécnico y había una barda larga, desde la Avenida Juárez hasta por allá en la Revolución.

Y don Cruz, “Crucito” como le conocen sus amigos, cuenta también que en Pachuca había pocas maneras de entretenerse, pero una de ellas era cuando venían los circos, «aunque venían esporádicamente, no era una constante;  se instalaban aquí algunas veces, otras veces se instalaban cerca del Río de las Avenidas, allá había mucho terreno», explica don José.

Poco después, ya en la década de los 80, cuando la ciudad creció  y los espacios en la plaza fueron ocupados por una explanada de cemento y el edificio del Poder Ejecutivo, aunados a la demolición del edificio escolar y la construcción del parque de los Hombres Ilustres, se fueron los circos, primero a un costado del Estadio Revolución y luego allá por los rumbos de Venta Prieta.

Sí, don Cruz ya vio la carpa y con ella volvieron los recuerdos, pero también una reflexión por los que hoy esperan estar en las funciones que se ofrezcan: “Esta es una buena diversión, además,  habemos muchas personas que no tenemos manera de distraernos y esta es una opción para  hacerlo, principalmente los más chicos, para que se diviertan un poco”.

Y hoy, al ver la carpa nuevamente, no queda más que resaltar lo que muchos pachuqueños comentan, «qué bueno que este gobernador retomó la tradición del circo, porque sin duda las familias, como antes, asistirán de barrios y colonias a verlo».

«Era un espectáculo que se esperaba con emoción, siempre», finalizó don Crucito.

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