El 14 de mayo de 1977 fueron masacrados Nicolás Anastasio, Nicolás Baltazar y Nicolás Tolentino en la comunidad de Huitzotlaco, Atlapexco, Hidalgo; crimen que detonó la organización de los pueblos de la Huasteca, que inició uno de los movimientos agrarios considerado el postrevolucionario de mayor importancia.

Integrantes del Frente Democrático Oriental de México “Emiliano Zapata” (FDOMEZ) recordaron con una misa de honor a los mártires agrarios y recapitularon que los asesinatos fueron cometidos por  pistoleros a sueldo de los caciques locales con aquiescencia del Estado mexicano.

Además de éstas atrocidades, la exacerbada opresión y explotación ejercida por el acacillamiento y despojo a las comunidades determinaron el carácter independiente de la  incipiente organización.

Advirtieron que obligados por las necesidades más apremiantes cada pueblo empezó a tramitar, en las dependencias gubernamentales correspondientes, la solución de sus demandas económicas, políticas y sociales, dentro de las cuales la exigencia de la tierra y la libertad ocupaban un lugar prioritario al ser excluidos del ejercicio de sus derechos humanos y constitucionales.

A 41 años comentan que siguen exigiendo juicio y castigo a los autores intelectuales y materiales de todos los crímenes de lesa humanidad y de Estado. Todas las víctimas de la violencia gubernamental viven en la memoria como ejemplo de lucha del  pueblo. “¡Porque el color de la sangre jamás se olvida!”.

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