Lo ocurrido esta semana en la cámara local de diputados es una mezcla de la ignorancia de los temas legislativos por parte del grupo parlamentario de Morena y la avidez del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por equilibrar las fuerzas  y evitar ser avasallados por la hoy mayoría opositora.

La jefatura política del estado operó y comenzó a movilizar sus piezas la misma noche del domingo cuando se conocieron los resultados electorales adversos para el tricolor, mientras los integrantes de Morena se dedicaron a festejar y vislumbrar escenarios inmediatos.

Y así entre la cruda por la fiesta  y  euforia electoral por construir futuras candidaturas se les fueron los días y las semanas a los morenistas y a su manipulador Gerardo Sosa,  en tanto que,  los que hoy son minoría comenzaron la preparación para enfrentar su nueva realidad.

Los asesores elaboraron el andamiaje jurídico necesario y lo propusieron cuando aún tenían tiempo, sustancialmente fue la  modificación a la  actual Ley Orgánica del Congreso del estado que entre muchas otras cosas, señala que la Junta de Gobierno sea rotativa cada año y electa por los coordinadores parlamentarios y no por el pleno.

La reacción de Morena fue tardía, cuando se dieron cuenta  el documento ya había sido analizado en comisiones y  pasaría al pleno para su aprobación sin contratiempos, entonces trataron de frenarla, incluso por la vía violenta como la toma de instalaciones de la torre legislativa, pero nada consiguieron.

Todo esto resume lo que ha ocurrido en las últimas horas en la LXIV legislatura, simplemente y llanamente hoy la minoría legislativa construyó cuando eran mayoría lo necesario para hacer un camino más terso al proyecto de la actual administración estatal.

Desde luego hay voces que señalan y acusan que se trata de un “agandalle”, que hubo albazos, que se mantienen aferrados al poder, que buscan tener con artimañas lo que no tuvieron en las urnas entre muchas otras acusaciones y están en su derecho con sus pronunciamientos, pero lo que no puede rebatir o al menos no tienen argumentos, es que todo es legal,  pues fue discutido y avalado por diputados que también obtuvieron mayoría de votos hace más de dos años.

A nivel federal hubo una respuesta del propio presidente electo Andrés Manuel López Obrador,  cuando se le cuestionó la sobrerrepresentación de Morena con la alianza del Partido Verde en el senado, “es un tema del senado y en el poder legislativo ellos construyen sus acuerdos” sentencio. Así de claro.

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